El escritor curarigüeño era hijo
de Don Rafael Silva Riera y Doña Isabel Uzcátegui curso estudios en su lugar
nativo, Barquisimeto y Caracas. Nos referimos a lo de primaria y secundaria ya
que de acuerdo a determinadas anotaciones larenses, los universitarios tenían previsto
desarrollarlos en la capital francesa donde aspiraban optar al título de médico.
Lamentablemente
no fue así porque a raíz de la muerte de su padre se vio en la obligación de
regresar a Venezuela. Según nota biográfica del Doctor Pascual Venegas Filardo,
el humanista torrense residió en… “una casa (ubicada en la) parte este en la Calle del Comercio en
Barquisimeto…”.
Se
tiene conocimiento que en días infantiles habitó en la capital Venezolana bajo
la orientación religiosa e intelectual de su tío Críspulo Uzcátegui Oropeza, séptimo
arzobispo de Caracas. Otro de sus tíos maternos, Don José María Uzcátegui por
algunos años ejerció la administración de la hacienda EL AGUA VIVA, cuando ya había fallecido su cuñado Rafael Silva. Presuntamente
este tío adquirió legalmente parte de esa unidad de producción transacción que
ha debido realizar con su referido sobrino, quien se convierte en dueño del
resto de la hacienda y según comentarios de la época asignaría el nombre de SANTA MARIA en homenaje al centro
educativo de la ciudad del Ávila en la cual recibió parte de su formación intelectual.
Sin embargo esta nueva denominación no transcendió en el tiempo, se mantuvo el
de agua viva.
Es
importante esta aclaratoria porque algunas veces se ha confundido al Señor José
María Uzcátegui como supuesto padre de la enciclopedista larense.
II
SUS NEXOS CON AGUA
VIVA EN CABUDARE
-
- El escritor expresa su nostalgia por la hacienda
que conoció muy joven, quizás en tiempo de niño cuan aún vivía su padre en la
cual presencio Tamunangues… “en pagos de una promesa o el día de San Antonio..."
- Posiblemente ya residenciado fijo en la citada
hacienda, que compartían con su morada en Barquisimeto, conscientemente se dedicó por algún tiempo a la alfabetización
de los peones de esta unidad de producción familiar.
- A raíz del inicio y continuidad de la epidemia identificada
como GRIPE ESPAÑOLA ocurrida a finales
de 1918 y primer trimestre de 1919, las administraciones de Don Eudoro Meleán y
Don Enrique Orozco en el Concejo Municipal local, fue designado supervisor de
salud en Agua Viva, labor que cumplió generosamente sin aceptar sueldo alguno. Similar
responsabilidad ejercida por otros humanista venezolanos de la talla de Don
Tulio Febres Cordero en Mérida y Don Héctor Roja Meza en Cabudare.
- El 5 de febrero de 1923 impartió brillante
discurso de orden con motivo de la visita del NUNCIO APOSTOLICO, como sabemos diplomático del Vaticano quien
estuvo de visita en la hacienda La Agua Viva. Por cierto la fuente escrita no
identifica al personaje. Nuestro escritor entre otros aspecto afirmó:
“aquí soló hallareis pobreza y humildad. Pero también
encontrareis en las almas, lo que vuestro selecto espíritu sabrá apreciar muy
bien: la fe inconmovible del carbonero…”.
- Finalmente le comunica a la autoridad religiosa
quien estuvo acompañado de autoridades del ejecutivo larense y del cabildo
cabudareño, presididas por el General Rafael María Velazco y el Señor Carlos Hernández
Martínez respectivamente, les comunica que…”nosotros nos rendimos en homenaje de
nuestro filial afecto”.
- Estos nexos del autor de la enciclopedia larense
representan una herencia proveniente de su extinto tío, arzobispo Críspulo Uzcátegui,
cultivados desde aquellos días de niños.
- Sirvan estas notas como un sencillo homenaje
afectivo del pueblo de Agua Viva y Palavecino en general al consagrado escritor
torrense próximo a cumplir treinta y cuatro años de su desaparición física.
Cabudare, Noviembre
2014
Taylor Rodríguez García
Cronista Oficial Municipal de Palavecino.
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