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domingo, 24 de julio de 2016

UN DOCUMENTO FECHADO EN 1959 QUE REGISTRA LA LISTA DE PERSONAS REPRESENTATIVAS, DOCENTES ASISTENCIALES, CIENTÍFICAS Y CULTURALES DEL ENTONCES MUNICIPIO JOSÉ GREGORIO BASTIDAS (ACTUAL PARROQUIA):

A manera de introducción:

El suscrito localizó el presente documento fechado el día 13 de octubre de 1959 por el ciudadano Ángel Romero, Prefecto del Distrito Palavecino, en el Archivo Histórico de Miraflores, se transcribió esta fuente primaria respetando el texto original. Es sumamente importante para tener conocimiento fidedigno de un conjunto de damas y caballeros que a decir verdad eran las personas que regían la vida pública local.

Representativas:

Señor José Nicolás Patiño.
Señor José Ramón Méndez.
Señor Anibal Palacios.
Señor Don Cristóbal Goyo Peraza.
Señor José Isidro Alvarado.
Señor Don Eutasquio Yépez.
Señor Don Juan Pablo Yépez.
Señor Don Euquerio Yépez.
Señor Don Heriberto Yépez.
Señor Don Antonio Yépez.
Señor Augusto Lapp Asuajes.
Señor Fernando Berdayes.
Señor Ulpiano Romero Burgos.
Señor José Ramón Marín.
Señor Lino Sosa.
Señor Luis Alonzo.
Señor Carlos Gómez.
Señora Cleofina de Ospino.
Señora Ana María Sosa de Yépez.
Señorita María de la Luz Sandoval.

Personal Docente:

Sra. Ismelda de Giménez
Profesor Esteban Ramón Tona.
Sra. Ana Rosa Sequera de Yúnez.
Sra. Doris Galíndez de Sosa.
Sra. Trina de Sequera.
Sra. Cruz Mendoza de Gómez.
Srta. Carmen Lucía de Juárez.
Srta. Omaira Sequera.

Personal Asistencial:

Alfonzo Silva.
Sra. Josefina de Alvarado.
Sra. Josefina Valero Gil.
Sra. Esther de Mujica.

Personal científico y cultural:

No hay

Cabudare, 13 de octubre de 1.959

Ángel Romero. Prefecto del Distrito Palavecino.


*NOTA: el presente artículo a pesar de haberlo publicado en Julio del 2016, corresponde al cuarto trimestre de este año, razones de fuerza mayor motivan este adelanto.

Julio de 2016
Maestro Taylor Rodríguez García
Cronista Oficial del Municipio Palavecino

Cuarto trimestre (Publicado en el Tercer trimestre)

A CUARENTA Y OCHOS AÑOS DE LA JUNTA PRO-DESARROLLO COMUNAL DEL MUNICIPIO JOSÉ GREGORIO BASTIDAS, LOS RASTROJOS.

Hace casi medio siglo un grupo de vecinos y vecinas del municipio José Gregorio Bastidas, quienes como muy bien lo dejan plasmado en la carta modelo estaban preocupados por el desarrollo y progreso de la entidad local con el objetivo mayor de esta organización  era… “Decididamente en todo lo que se relaciona al progreso general, social, industrial, cultural y económico del lugar”.

Esta junta entre sus directivos destacan la señora Cleofina de Ospino, igualmente las ciudadanas Ana Dolores de Valle y Egilda Niazoa, los señores Isabelino Silva, Guadalupe Escalona, Mario González y Francisco Tamayo, también fue incorporado el párroco del templo rastrojeño presbítero Luis Góngora. La junta fue fundada el 19 de mayo de 1968.

Como se tiene conocimiento la señora Cleofina por testimonio le comunicó por escrito al amigo Heriberto Yepes Liscano recientemente, en Los Rastrojos laboró ampliamente pro cursos de trabajos manuales, posiblemente una tradición larense en las escuelas de arte y oficio, también mientras fue vecina de Palavecino, ejerció como presidenta de la adjunta comunal municipal, según el mismo colega Yepes Liscano, cronista municipal de la mencionada parroquia en la actualidad.

Llama la atención la excelente organización de esta junta por cuanto con mucho esfuerzo llegaron a tener su papelería de imprenta y sello correspondiente, así se observa en copia de la carta en referencia, que oportunamente nos entregó el amigo Don Eurípides Ponte Hernández, hoy lamentablemente fallecido, humanista siempre colaborador en la difusión de la historia local con la oficina del cronista municipal. De dicha copia se anexa grafica en este artículo, aspirando en el futuro aportar nuevos detalles sobre la transcendencia de dicha junta.


*NOTA: el presente artículo a pesar de haberlo publicado en Julio del 2016, corresponde al cuarto trimestre de este año, razones de fuerza mayor motivan este adelanto.



Julio de 2016
Maestro Taylor Rodríguez García
Cronista Oficial del Municipio Palavecino

Cuarto trimestre (Publicado en el Tercer trimestre)

domingo, 17 de julio de 2016

PUEBLO DE LOS RASTROJOS EN EL DICCIONARIO TOPONÍMICO DE VENEZUELA, OBRA DEL DR. TULIO CHIOSSONE:

Este interesante libro del humanista venezolano Tulio Chiossone, abogado y doctor en ciencias políticas, egresado de la Universidad de Los Andes, individuo de número de varias academias venezolanas y autor de una amplia obra que comprende temas de su área profesional, además de política, historia y folklore venezolano.

Se consulta la primera edición, publicada por Monte Ávila Editores en 1992, bajo los auspicios de la Presidencia de la República en homenaje al referido literato en su cumpleaños 87, a su admirable labor intelectual.

Los estudios de toponimia en Venezuela han sido dirigidos con una rigurosa labor científica, en particular con las investigaciones de Adolfo Salazar Quijada, Marco Aurelio Vila, Bartolomé Tavera-Acosta, José Antonio Armas Chitty, Virgilio Tosta, entre otros maestros que fueron consultados ampliamente por Chiossone en esta bibliografía, organizada en estricto orden alfabético.

En relación al pueblo de Los Rastrojos es breve e interesante la información contenida en la página 344, la cual se transcribe textualmente. A saber:

“Rastrojos: Capital del municipio del mismo nombre. Distrito Palavicini, estado Lara (1941). El municipio es ahora José Gregorio Bastidas*.

Referencia cartográfica: Los Rastrojos, 1818**.

Rastrojos es el campo que queda después de segada la cosecha y preparado para nueva siembra.

El estado Lara estuvo dividido en seis departamentos. El departamento de Cabudare, se dividió en cinco parroquias, entre ellas Rastrojos, junto con Cabudare, Sarare, Buria (Sic.) y Altos (Sic.) (Estadísticas de 1873).

En la división político-territorial de 1856, el cantón de Cabudare se componía de las parroquias Cabudare, Monagas, Sarare, Altar y Buria (Sic.). No había aparecido Rastrojos, que viene a ser parroquia del cantón de Cabudare en sustitución de la parroquia de Monagas.

La capital de Rastrojos es Los Rastrojos ‘que las gentes del pueblo suelen designar con el nombre de El pueblo de Jesús’.***

‘Es un pueblo de fundación relativamente reciente que ha ido formándose lentamente a través de los años’. ‘Al lado de la plaza de la iglesia existe un árbol de dividive’. Dice la tradición que el Libertador, en 1813, pasó la noche debajo de aquel árbol (Silva Uzcátegui, Enciclopedia Larense, tomo I, p. 215)”.  

__________    ____________

*Lo correcto es Buría y Altar.

**Esta información fue localizada en el archivo General de India por el Doctor Adolfo Salazar Quijada en el libro La toponimia en Venezuela en las fuentes cartográficas del Archivo General de Indias.

***La tradición oral acuñó este término para hacer referencia que desde el punto de vista religioso, la parroquia fue decretada con la denominación de Jesús y María, que en el transcurrir del tiempo se modificaría al de Sagrada Familia.

        Aclaratoria: A decir verdad, desde el punto de vista civil la comunidad nunca fue fundada, ya que por decreto de la Diputación Provincial de Barquisimeto se estableció el 26 de noviembre de 1850 con el nombre de Monagas, que posteriormente evolucionó a Convención, luego a Los Rastrojos y hoy José Gregorio Bastidas.

         Por otra parte, la tradición popular indica que no es al lado de la iglesia, sino en diagonal a la plaza Bolívar donde existió este árbol de reposo para Bolívar y el ejército patriótico. Existe una gráfica en el archivo privado de la familia Latiegue donde se observa a un grupo de damas, entre ellas la educadora Cleofina Cárdenas (luego de Ospino), de visita en ese paraje natural que al pasar el tiempo se convirtió en parte de la edificación familiar de la familia Rodríguez Parra. Véase en anexos la mencionada gráfica.



 Un grupo de damas realiza visita a parte de lo que restaba del árbol del dividive en el sitio vecino a la iglesia matriz y plaza Bolívar de Los Rastrojos. Se observa a educadora Cleofina Cardenas entre otros. Se desconoce el autor de la fotografía. Copia facilitada por el archivo privado de la familia Latiegue


  
Portada del Libro: Diccionario Toponímico de Venezuela. Edición N° 1, Caracas 1992. 509 p. Editorial Monte Avila. Biblioteca Maestro Héctor Rojas Mesa de Cabudare, estado Lara.


Julio de 2016
Maestro Taylor Rodríguez García
Cronista Oficial del Municipio Palavecino

Tercer trimestre

CRONOLOGIA SOBRE EL ORIGEN HISTORICO DE LA COMUNIDAD LOS RASTROJOS FINALES DEL SIGLO XVIII – 1850

            A lo largo de la investigación que el suscrito ha desarrollado en relación al proceso histórico de la comarca cabudareña de los tiempos prehispánicos hasta el presente, los datos más antiguos localizados sobre la comunidad de Los Rastrojos están fechados en 1776, suministrados por el instinto historiador caroreño Sacerdote Hermann González Oropeza a quien conocimos en Caracas por medio del maestro Federico Brito Figueroa. Se refiere esta información a la existencia de una posesión comonera con el nombre de Los Rastrojos que el mencionado religioso precisó en un archivo de caracas. Reminiscencia posiblemente de los años precoloniales locales, tiempo histórico del cual lamentablemente se carece de estudios científicos.

            La posesión es una forma de propiedad colectiva de la tierra donde destacaba la presencia de cercas comunes y uso de agua con carácter colectivo, obviamente nos referimos al preciado líquido transportados por bucos importante técnica heredada del tiempo aborigen. Esta tierra podía ser hipotecada, heredada y con ella se podían hacer otras prácticas económicas pero no vendidas ya que se era propietario de lo usufructo pero no del medio de producción en sí, a los ocupantes también se le identificaba como colindantes, entre otras características de esta forma de propiedad. Además de otras particularidades que debidas razones y espacio no vamos a detallar en esta oportunidad.

            Coetáneo a actividades agropecuarias cumplidas en la posesión Los Rastrojos se registran testimonios de la existencia de un oratorio en el sitio de Las Cojobas en el cual se veneraba la sagrada imagen la Sagrada Concepción, casa de oración propiedad de don Miguel Torres, abonado hacendado emparentado presuntamente con solventes familias canarias residenciadas en las jurisdicciones de Carora y El Tocuyo.

            Dicho oratorio estaría ubicado según información oral de don Julio Álvarez Casa mayor presuntamente en previos actualmente pertenecientes al Fuerte Terepaima. Estas instalaciones religiosas en el tiempo colonial en Los Rastrojos y sus vecindarios en el transcurrir del tiempo aparentemente es la más antigua en la historia espiritual, es decir religiosa de la actual parroquia José Gregorio Bastidas.

            Para finales del siglo XVIII otra información documental contribuye a indicar que en el sitio de La Montaña estaba ubicada una unidad de producción agrícola que para 1779 contaba con más de 4000 árboles de cacao frutal y en la que se explotaba mano de obra esclava.

            Hacienda patrimonio de Alférez Real del Cabildo de Barquisimeto y rico propietario don Juan José Alvarado de la Parra, el mismo dueño del oratorio de Santa Bárbara entre otras riquezas materiales, indiscutible amo en el Valle del Turbio.

            La comunidad de La Montaña todavía hoy pertenece a la jurisdicción de la Parroquia José Gregorio Bastidas. A lo largo del tiempo histórico colonial fue una de las áreas cultivadas más productivas del entorno de Los Rastrojos.

A principio del siglo XIX Los Rastrojos y sus aledaños van tomando perfil de un centro poblado, aunque modesto, se observa que dejaría a un lado su antiquísima condición de ser un simple paso de camino, lugar de tránsito hacia los llanos occidentales, como se indicó ya habían institucionalizado su vida religiosa en el Oratorio de Las Cojobas, posiblemente desaparecido ya para 1810 y una evidente actividad económica centrada en unidades de producción como la hacienda cacaotera de La Montaña.

Entre 1813 – 1850 nuevos y varios testimonios avalan la anterior afirmación, Los Rastrojos y el universo de comunidades que luego integrarán su jurisdicción parroquial, experimentaba un apreciable auge económico, estimulándose con ellos el establecimiento de nuevos vecinos. En consecuencia en este periodo de fraguan las bases de la futura parroquia civil, postigo importante al nacimiento de la parroquia religiosa. A manera de ítems cronológicos registramos los testimonios antes aludidos fechados entre 1813 – 1850. A saber:

v  9 de noviembre de 1813. El Libertador Simón Bolívar Palacios junto al General Rafael Urdaneta en su periplo emancipador por el occidente de Venezuela pernoctan en la comunidad de los Rastrojos en la mencionada fecha. Así lo describe el Dr. Francisco Cañizales Verde:

Ø  “El día 9 de noviembre del mismo año de 1813 se desplazó el Ejército de Gamelotal y se detuvo en el Caserío de Los Rastrojos, donde pernoctaron tan ilustres huéspedes. Se destaca el hecho relevante que es este el primer sitio del suele larense, donde concilia su sueño de gloria el Libertador de Venezuela. El lugar exacto es ahora la casa que sirve de habitación al joven y talentoso jurista Rafael Rodríguez Parra, tal como lo demuestra información digna de toso crédito.(1)

v  1818. En carta geográfica que reposa en el Archivo General de Indias (España) identificado con el nombre: “Mapa itinerario de la Hacienda del padre Torreyes a Barquisimeto”, cuyas dimensiones son: 288 x 305 mm., entre los topónimos registrados en dicha carta aparecen entre otros: Quebrada de Los Mamones, La Morita y Los Rastrojos.

v  1818 en expediente fechado en julio de ese año u emanado del despacho del General Pablo Morillo con destino a Francisco Oberto, Comandante Político y Militar de Barquisimeto, se informa que esa autoridad española decidió prohibir las actividades comerciales en el sitio de Cabudare, eliminando a la vez las pulperías y tasajerías existentes en las comunidad de Los Rastrojos, Tarabana, Cojobas y Cocorotico.

Esta decisión de los representantes de la corona española formaba parte del antagonismo presente para ese año entre los comerciales mayoristas de Barquisimeto y los pulperos recién establecidos en Cabudare, Los Rastrojos y otras comunidades vecinas.

Sencillamente el 27 de enero de 1818 ocurrió el poblamiento definitivo de Cabudare en el área geográfica que hoy corresponde a su pequeño casco histórico, casi a la par se instalarían las primeras unidades comerciales al detal (pulperías) y otras que ofertaban carne seca (tasajo). Los mercaderes de los ciudad crepuscular pretendían por esa medida legal extinguir a la posible competencia local y así mantener a la comarca cabudareña como un mercado cautivo de sus intereses.

v  1821. La feligresía y a la vez vecinos de Los Rastrojos, El Mayal, Cocorotico, La Morita y La Loma, protestaron ante las autoridades eclesiásticas de Barquisimeto por el motivo que en la organización de la parroquia religiosa de Cabudare (erigida el 1° de abril de 1818) quedaron fuera del ámbito espiritual de dicha parroquia y por lo tanto asignados a la ciudad crepuscular

v  1826- 31 de enero. Luego de innumerables discusiones entre los párrocos de Barquisimeto y los fieles católicos de las comunidades antes mencionadas, estos lograron que en esa fecha fueran agregados a la Parroquia eclesiástica de Cabudare.

v  1835. El Juez de Paz de la Parroquia Civil de Cabudare, Sr. Felipe Ponte, en informe oficial expone que entre las comunidades vecinas a Cabudare, Los Rastrojos en una de las que presenta una situación económica estable a pesar de los estragos heredados de la Guerra de Independencia a nivel nacional.

Cita
(1)   CAÑIZALES VERDE, Francisco. “Itinerario de Urdaneta por suelo larense”. En: El Impulso. Barquisimeto viernes 2 de septiembre de 1988, año LXXXV, N° 27.625, cuerpo A. p3. Tradicionalmente se ha mantenido la información histórica que en esta oportunidad se incorporaron al Ejercito Libertador los héroes locales y futuros epónimos: Comandante Cristóbal Palavecino Liscano y Teniente de Caballeria José Gregorio Bastidas Salcedo.


EPILOGO

Estos antecedentes donde sobresalen las permanentes actividades productivas de los vecinos que favoreció el auge económico al que se refiere el Juez de Paz, Sr. Felipe Ponte en 1835, contribuyó indiscutiblemente a la creación de la Parroquia Civil Monagas, (luego Convención, más tarde Los Rastrojos y hoy José Gregorio Bastidas), el 21 de noviembre de 1850 por el organismo facultado para ello, la Diputación Provincial de Barquisimeto (posteriormente Asamblea Legislativa del Estado Lara), ratificada por el ciudadano Gobernador de la Provincia de Barquisimeto, Sr. Nicolás Márquez, el día 26 del mismo mes y año. Razón que explica por qué celebramos el día de la Parroquia José Gregorio Bastidas cada 26 de noviembre.- (Véase documento anexo que contiene la información correspondiente a la creación de esta parroquia larense).

La Parroquia Civil Monagas fue antesala significativa a la creación del curato por parte del ciudadano Gobernador Martín María Aguinagalde el 10 de mayo de 1852 (de acuerdo a la Ley de Patronato vigente para la fecha) y aprobada el 20 de enero de 1864 por parte del Arzobispo de Caracas y de Venezuela, Dr. Silvestre Guevara y Lira.

Por patronos de la iglesia de Los Rastrojos se nombraron a Jesús y María y como primer sacerdote de la parroquia al Pbro. Domingo Antonio Yépez.

En cuanto a la evolución política-administrativa en el marco de la legislación nacional respectiva durante el siglo XIX, Los Rastrojos (antigua parroquia Monagas) sería en 1864 Distrito perteneciente al Departamento Terepaima, cuya capital era la ciudad de Cabudare y según las reformas a la Ley de División Territorial del Estado Lara, fechada el 10 de septiembre de 1881, Los Rastrojos sería Municipio integrante del Distrito Cabudare.

En relación a los nombres de la parroquia local destacamos que si bien fue erigida con el nombre Monagas en 1850, identificación que fue sustituida presuntamente por el de Convención en 1858, estas denominaciones en contadas oportunidades fueron empleadas por los vecinos locales e incluso por las autoridades oficiales. Así en el proceso de creación de la parroquia eclesiástica entre 1852-1864, indistintamente se le mencionaba como Parroquia Monagas o Los Rastrojos, casi nunca como Convención.

A decir verdad fue el nombre Los Rastrojos el que persistió hasta 1950, cuando la Asamblea Legislativa del Estado Lara (instancia facultada al respecto) el día 5 de julio de ese año, sustituyó ese nombre por el actual José Gregorio Bastidas, que felizmente se mantiene hasta el presente.
Ver en los anexos el decreto de creación de la parroquia Monagas (hoy José Gregorio Bastidas) el día 26 de noviembre de 1850.


Comandante Cristóbal Palavecino Liscano, quien junto al Teniente de Caballería José Gregorio Bastidas se incorporó al ejército patriota el 9 de Noviembre de 1813 en Los Rastrojos. Retrato elaborado por Don José Ramón Brito Calles. (QEPD)






Documento registrado por el Doctor Ambrosio Perera en su libro: Historia Político territorial de los estados Lara y Yaracuy

Julio de 2016
Maestro Taylor Rodríguez García
Cronista Oficial del Municipio Palavecino
Tercer trimestre

domingo, 15 de mayo de 2016

PARROQUIA JOSÉ GREGORIO BASTIDAS EN UN LIBRO SOBRE EL ESTADO LARA PUBLICADO EN 1993

            Bajo el sello editorial de la antigua Asamblea Legislativa del Estado Lara se publicó el libro: INDICE TOPONIMICO DEL ESTADO LARA. Obra de José R. Plessmann, Jesús M. Baptista y Pablo Quintero Rodríguez, aunque por información contenida en la misma ya está concluido en 1992, bajo la presidencia del diputado Lenin Romero. Tanto los textos, diagramación e impresión fue realizada por la Imprenta de Mérida C.A.

            La presentación corresponde al licenciado Juan Alonso Molina, quien entre otros aspectos destaca lo siguiente: … “Resultan corregidas las fuentes oficiales nacionales en aspecto referido a la nomenclatura o a la ubicación. Con ello se logra, entonces, poner al día la toponimia resultante, confiriéndole tanto un inestimable vigor metodológico como una indiscutible actualidad”. Igualmente el autor de la presentación valora el uso escolar que será aportado por esta fuente, de la cual anota que más que un índice es un inventario toponímico.

            Mientras que el prólogo fue escrito por el Doctor Francisco Cañizales Verde, hoy día extinto quien a su vez resalta que esta publicación está: … “destinada a brindar una ayuda invalorable al conocimiento institucional del Estado Lara, en su organización política y administrativa y en aspecto relacionado con la estructura de esta entidad autónoma”.

            El estimado compadre y maestro fallecido el año 2015 igualmente le asignó mucha importancia al aporte brindado entonces cronista del municipio Iribarren Sr. Alberto Ramón Querales (QEPD), quien corrigió el error que publicaciones oficiales se había … “omitido de plano la cuarta estrofa del himno de nuestra entidad”. En este libro también se incluyó la descripción y gráfica del escudo de armas del Estado Lara y la respectiva letra del himno como se indicó.

            Seguidamente los autores registran los nombres de cada uno de los nueves municipios del estado Lara, obviamente mencionando las parroquias correspondiente. Otros dos aportes de la obra es la transcripción del lindero general del territorio del estado Lara publicado originalmente en la Gaceta Oficial N° 12 del 23 de enero de 1991, así como los anexos conformados por los mapas de cada uno de los municipios locales, lógicamente también el de esta entidad occidental.

            En relación a la parroquia José Gregorio Bastidas, así oficialmente identificada, en la página 128 se mencionan 21 comunidades, cuyos topónimos son los siguientes, en estricto orden alfabético, a saber: La Aguada, La Campiña, Cerro el Muerto, Coco de Mono, Cocorotico, Fuerte Terepaima, El Jagüey, Loma Redonda, La Montaña, La Morita, El Naranjillo, Palaciero, La Piedad, El Placer, Quebrada Seca, La Quebradita, Los Rastrojos, La Rinconada (hacienda), Las Tres Cruces, Las Tres Topias y Zanjón Colorado.

EPILOGO

            En la parte cartográfica del municipio Palavecino se indican únicamente las parroquias Cabudare y José Gregorio Bastidas, importa recordar que la parroquia Agua Viva seriá decretada en junio de 1998, es decir un quinquenio después. Mientras que el tercer topónimo Cerro El Muerto en un censo nacional publicado para entonces aparece como Cerro El Huerto, lo cual le asignan mucha importancia a lo indicado por el licenciado Juan Alonso Molina Morales en la presentación de este libro, de la cual mostramos la primera página y el anexo de cartografía del municipio Palavecino vigente para entonces.




Nota: El autor le agradece al Ingeniero Wilder D' Jesús Colmenarez Meléndez la contribución a la presente investigación, igualmente destaca que el coautor Jesús M. Baptista González, Fue nuestro discípulo en la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez Núcleo Barquisimeto

Mayo de 2016
Maestro Taylor Rodríguez García
Cronista Oficial del Municipio Palavecino
Segundo trimestre

PARROQUIA (LUEGO MUNICIPIO) RASTROJOS EN LOS CENSOS NACIONALES DE 1881 Y 1890

            En el segundo y tercer censo de esta entidad local del Departamento (luego Distrito) Cabudare presenta la siguiente característica:

-          En 1881 en contraste al censo anterior fechado en 1873 se observa un balance intercensal positivo de crecimiento de 1164 nuevos habitantes para un período de ocho años, lo que significa un incremento de 146 pobladores para este lapso de doce meses.

-          Obviamente también aumentó el número de casas de 483 unidades a la cifra de 708 viviendas, lo que expresa un total de 225 hogares en este período y 28 casas por año.

-          En cuanto al patrón de ocupantes de vivienda se precisan 6 personas por hogar, de esta manera se mantiene este dato presente en el registro censal de 1873.

-          Transcurrido nueve años en el país se realizó el tercer censo nacional, reemplazando el termino Departamento por Distrito y la de Parroquia por Municipio. Para este tercer censo se exponen entonces las cifras correspondientes al Distrito Cabudare, Municipio Los Rastrojos, a saber: esta entidad distrital presenta un balance negativo al disminuir de 18.798 en 1881 a 16.938 pobladores en 1890, cifra referida al Distrito Cabudare y su conjunto, integrado por los municipios Cabudare, Sarare, Buría, Altar y Rastrojos. En este último también disminuyó el universo de población, pasando de 4.995 a 3.613 moradores, en 1881 a 1890, en consecuencia mermó a 682 habitantes.

EPILOGO

            La reconstrucción histórica en nuevas investigaciones puede contribuir a comprender las posibles causas que conllevaron a esta disminución de habitantes razones de carácter sanitario, acciones armadas, migraciones, entre otros, tal como se ha indicado en ensayos anteriores. Se continuará desarrollando estudios con los censos oficiales nacionales siguientes.


Iglesia Sagrada Familia de Los Rastrojos (Santuario Arquidiocesano de El Nazareno)

Fuente: www.saber.ula.ve

Mayo de 2016
Maestro Taylor Rodríguez García
Cronista Oficial del Municipio Palavecino

Segundo trimestre

domingo, 14 de febrero de 2016

PARROQUIA LOS RASTROJOS EN EL PRIMER CENSO DE LA REPÚBLICA DE VENEZUELA, 1873

         Los censos de población en Venezuela encuentran sus antecedentes históricos en las Relaciones Geográficas elaboradas en el tiempo histórico colonial, mientras que las del siglo XIX previo a 1873 con carácter nacional fueron datos aportados por geógrafos europeos por ejemplo, los suscritos por Alexander von Humboldt y Agustín Codazzi, en 1810 y 1839 respectivamente. Igualmente los registros firmados por los sacerdotes de sus respectivos curatos en la primero mitad de esa centuria, a manera de ilustración los redactados por el sacerdote José Miguel Pimentel I Bravo de la parroquia San Juan Bautista de Cabudare.

         Importa mencionar también que en las provincias de Venezuela como la de Barquisimeto por orden del Gobierno Nacional se efectuaron los censos locales, al menos a partir de 1825, en la de Barquisimeto se aplicó uno de ellos en 1844 pero publicado en Gaceta Oficial al año siguiente.

        En el marco del  citado tiempo histórico destacan las anotaciones demográficas de varias localidades de nuestro país, suscritas por el obispo de la Diócesis de Caracas Dr. Mariano Marti y Estadella, las cuales realizó entre 1771-1784 en el contexto de su visita pastoral con amplias observaciones. Son conocidas las ediciones publicadas por la Academia Nacional de la Historia en siete volúmenes.
II
Censo poblacional del Estado Barquisimeto Efectuado en Noviembre de 1873, publicado por la Imprenta Nacional en 1874.
          
          De acuerdo a la Ley Política Administrativa vigente para ese año nuestra identidad federal estaba dividida en Departamentos, éstos a su vez en Parroquias. Seis Departamentos conformaban este Estado del occidente venezolano, entre ellos Cabudare integrados por las Parroquias Cabudare, Rastrojos (así identifica en fuentes oficiales), Sarare, Buría y Altar.

             En cuanto a la organización de este registro censal se estructuró una Junta Directiva Nacional formada por los ciudadanos: Andrés A. Level, Isaac J. Pardo y Manuel N. Urbaneja, asignados por el Presidente de la Republica Guzmán Blanco. Obviamente laborarían Comisarios Generales en cada estado, en el de Barquisimeto la responsabilidad fue cumplida por el Gral. Pilar Bracho, mientras que los Departamentos y Parroquias también se nombraron los funcionarios respectivos.

             En este sentido el Sr. Zacarías Gómez fue el Comisario del Departamento Cabudare, mientras que en la Parroquia Rastrojo este cargo fue cumplido por el Sr. Gregorio Rivero, mientras que los comisionados fueron los ciudadanos: Jaime Yépes, Simón Iglesias, Pedro Mendoza, Silvestre Gutiérrez, Antonio Rivero, Merced Sosa, Jesús María Duran, Manuel Suarez, Francisco Gudiño, Manuel López, Francisco de P. Fortoul, Reymundo Pérez, Aneceto Oviedo, Miguel Armario y Dámaso Jiménez.
   
         Se infiere que estos comisionados ejercían la responsabilidad de realizar los respectivos registros en cada parroquia, en censos más contemporáneos a estos funcionarios se les denominó empadronadores.

            Dos observaciones hay que realizar del documento original de este decano censo nacional. Llama la atención que en algunos Departamentos se sumaron determinados ciudadanos que se les mencionan como colaboradores patriotas. Para el caso del Departamento Cabudare a los señores: Eduardo Heredia y Andrés Verde, este último recordado maestro con importante hoja de servicio en la administración pública en Cabudare y Los Rastrojos a finales del siglo XIX y principios del XX. Igualmente se resalta que en las Parroquias Buría y Altar no se designaron comisarios, a manera de hipótesis se expone que esta actividad fue cumplida por empleados enviados desde Sarare.

III

Datos demográficos aportados por el Censo Nacional de 1873


            Llama la atención que el universo de hembras en el Estado Barquisimeto superaba en más de 10.000 habitantes el total de varones para este año, situación que se repite en el Departamento Cabudare y Parroquia Rastrojo. Evocamos grato recuerdo al maestro Ricardo Torrealba quien nos enseñó durante dos semestres la cátedra de la historia de la población venezolana en el marco de nuestro estudio de post-grado en Caracas, afirmaba el mencionado humanista que estos números posiblemente expresaban consecuencias de diversos choques bélicos que experimentó Venezuela en la segunda mitad del siglo XIX, por ejemplo la profunda guerra social conocida como de los 5 años o federal, ocurrida entre 1859-1863, anotaba el respetado investigador social que en estos enfrentamientos en mayor número de fallecidos correspondía a población masculina, aunque a decir verdad esta entidad del occidente venezolano no fue escenario de significativos actos armados en ese quinquenio.

             Epilogo:

        Finalmente se resalta que en 1873 el total de casas de la Parroquia Rastrojo fue de 486 viviendas, en consecuencia el patrón de habitación correspondió una cifra estimada de seis moradores por hogar. En próximos artículos estaremos abordando otros censos nacionales realizados en las últimas décadas del siglo XIX.


Iglesia Sagrada Familia de Los Rastrojos (Santuario Arquidiocesano de El Nazareno)

           
           El autor del presente artículo agradece la colaboración prestada por los amigos, Ing. Wilder Colmenarez Meléndez y Heriberto Yepes Lizcano, Cronista Oficial de la Parroquia José Gregoria Bastidas, Durante el desarrollo de nuestra investigación.


Febrero de 2016
Maestro Taylor Rodríguez García
Cronista Oficial del Municipio Palavecino

Primer trimestre

domingo, 24 de enero de 2016

CONTEXTO HISTÓRICO LOCAL EN LOS INICIOS DE LA LABOR DOCENTE DE LA ADMIRADA MAESTRA OMAIRA SEQUERA SALAS, EDUCADORA INTEGRAL EN EL MUNICIPIO LOS RASTROJOS, DISTRITO CABUDARE

(Dedico a mis maestros y maestras de educación primaria, Escuela
Nacional Doctor Rafael Tobias Marquis, Rio Tocuyo, Municipio Torres)

 
            En las primeras décadas del siglo XX el entonces Municipio Los Rastrojos era el escenario vital de un universo poblacional estimado en tres mil quinientos habitantes. Cifra que había disminuido en relación al censo nacional de 1891, situación quizás generada parcialmente por la epidemia de la gripe española que azotó a diversos pueblos venezolanos entre finales de 1918 y principios de 1919.


            El Municipio Los Rastrojos se caracterizaba por ser una sociedad rural, agropecuaria, retrato local de una realidad nacional. Con una notable riqueza pecuaria concentrada, en particular la cría de ganado vacuno, al unísono una pobreza generalizada donde sobresalen elevados índices de analfabetismo y mortalidad, un rutinario patrón alimenticio, carencia de agua potable, falta de vialidad, vivienda sin las instalaciones sanitarias mínimas. Delicada radiografía que obviamente incidía en una esperanza de vida limitada, que todavía en 1936 no vulneraba los treinta años de edad.

            En el citado año fallecieron ciento veintiséis  vecinos en el Municipio Los Rastrojos, de este total, el 50.9 % no había cumplido los treinta años de edad, increíble pero cierta esta cifra. Del citado porcentaje, quince infantes no lograron siquiera alcanzar   los veinte días de vida.

            Este delicado cuadro expresa la gravedad del abandono oficial en materia sanitaria, sin médicos ni medicamentos y por supuesto ausencia total de instalaciones sanitarias. Saldo doloroso heredado de la administración gomecista. Con todo el hombre fuerte de La Mulera y el régimen encabezado por él, parece ser que todavía cuenta con voces lisonjeras en Venezuela.

II

            Sin embargo no todo podía ser un manto de penumbras, en el horizonte se logró ver una pequeña luz que iluminaría progresivamente los caminos culturales rastrojeños, desafiando la indolencia oficial y logrando un modesto objetivo. Surgió la iniciativa de establecer una sencilla escuela para darle vida a la palabra. No importando la ausencia de recursos materiales, situación común a lo largo y ancho de la geografía venezolana.

            Aquella minúscula llama se transformaría luego en antorcha perenne, por algunas décadas iluminaría el destino de varias generaciones de educandos, primero en el aula y más tarde como paradigma, maestra integral de indiscutibles virtudes ciudadanas. Nos referimos a la niña OMAIRA SEQUERA SALAS, quien abrazó el mundo terrenal el 2 de septiembre de 1888, fecha de su nacimiento, día de evidente satisfacción para su padre el señor Antonio Sequera y su señora madre Carolina Salas.
III
            Es posible que una de las iniciales escuelas de primeras letras de Los Rastrojos en el amanecer del siglo XX naciera de los desvelos y preocupaciones de la maestra Omaira Sequera Salas, quien similar a su coterráneo Héctor Rojas Meza funda una humilde casa de luces cuando todavía era muy joven, estableciéndola en Cabudare.

            La inquietud de la preceptora rastrojeña quizás repercutió en las instancias estadales y nacionales, a pesar del menguado interés gubernamental en materia educativa. Se infiere que nuestra humanista ha debido ser insistente y al final los desvelos, las utopías no fueron en vano, ya que el primero de junio de 1921 la niña Sequera Salas sería designada maestra de una Escuela Mixta Estadal en su propia comunidad natal.

            A manera de hipótesis puede deducirse que en esa fecha logró convertirse en oficial  la institución particular que la ilustre educadora había fundado, la cual tenía por sede su misma casa de habitación, ubicada frente a la Plaza Bolívar de Los Rastrojos, en pleno corazón histórico, vivienda que todavía existe para el momento que escribo este esbozo biográfico y que ojalá se mantenga en el tiempo, pudiendo ser sede de una institución cultural, dada su característica de patrimonio edificado palavecinense.

Durante un cuarto de siglo laboraría la niña Omaira en centros oficiales de enseñanza, que creemos todos pertenecía a la jurisdicción del antiguo Municipio Los Rastrojos.

            Un abanico de testimonios biográficos suscritos por la preceptora, facilitan compendiar en la Matriz Nº 1 el registro de sus servicios como educadora en instituciones oficiales. A saber:
Matriz 1



 (*) Matriz elaborada por Taylor Rodríguez García a partir de fuentes documentales y anotaciones autobiográficas de la ilustre educadora.

(**) El 23 de febrero de 1933 la Inspectoría Técnica de Educación Primaria Novena, circunscripción  del Estado Lara dispuso que esta institución fuera destinada para la atención exclusiva de las niñas. Para la fecha la máxima autoridad educativa de la entidad larense era el humanista yaracuyano Dr. León Trujillo. Según testimonio suscrito por la niña Omaira Sequera Salas en septiembre de 1943 a este centro educativo ya se le había reemplazado el Nº 44 por el  402.

De acuerdo a otras fuentes primarias fechadas en julio de 1944 esta casa de luces nuevamente tenía el carácter mixto. En el primer grado recibían enseñanzas diez niñas y quince varones. En segundo grado cursaban cinco niñas y cuatro varones.

2.- DESEOS DE SUPERACIÓN

A pesar de las contadas posibilidades que tenían los educadores en Venezuela de realizar estudios universitarios o simplemente cursos de mejoramiento profesional (especialmente en las comunidades provincianas) a lo largo de las casi tres décadas de la dictadura petrolera gomecista “gobierno de la malhechuría” en las singulares palabras del humanista caroreño Cecilio Zubillaga Perera, la maestra Sequera Salas logró participar en determinados cursos de corte, costura y bordado, los que fueron muy útiles en la formación que brindó a las niñas rastrojeñas y de otras comunidades que se acercaron a las modestas aulas de aquel foco de luz que ella con sabiduría y constancia mantuvo encendido en su patria chica, actual capital de la Parroquia José Gregorio Bastidas.

            En 1935 falleció el dictador tachirense Juan Vicente Gómez también conocido como el hombre fuerte de La Mulera. En los días iniciales de 1936 las contadas organizaciones sociales que podían existir en el país o que emergieron en aquella coyuntura, expresaron los anhelos de los sectores sociales no propietarios, exigiendo respuestas a evidentes problemas colectivos que desde años afectaban la vida nacional. Casos de la salud, educación, obras de infraestructura, mejoramiento integral del sector agropecuario, otorgamiento de créditos para los pequeños y medianos productores, entre otras situaciones que requerían respuestas oportunas y eficientes.

            Los educadores no estuvieron al margen del universo de utopías nacionales. La antigua Sociedad Venezolana de Maestros de Instrucción Primaria devino en la combativa Federación Venezolana de Maestros, que entre otros grandes objetivos logró progresivamente algunas reivindicaciones socioeconómicas y socioculturales para sus afiliados.

            Por ejemplo en períodos vacacionales  y en otros lapsos del año incluido el período vacacional o parte de esos días de descanso, instancias educativas oficiales dictaron los llamados cursillos de capacitación pedagógica para maestros y maestras que carecían de formación universitaria o no eran egresados de las escuelas normales. En fin, para educadores en servicio. Incluso la misma F. V. M dictaba estos cursos designando como facilitadores a sus propios directivos seccionales o experimentados afiliados, algunos de ellos egresados de la Escuela Normal de Caracas.

            “Eran tiempos en que los gremios se preocupaban de forma significativa por la formación académica de  sus integrantes y no sólo por el aumento de sueldo”. Testimonio aportado por el extinto educador cabudareño Francisco José Rojas, miembro de la citada federación desde sus días iniciales.
La niña Omaira Sequera Salas se incorporó entusiastamente a los citados cursos de capacitación. Información que se puede validar con dos testimonios escritos correspondientes a los certificados por asistencia a la “Semana preparatoria para maestros en servicio” y el “Curso de perfeccionamiento pedagógico para el magisterio larense”, eventos académicos realizados en Barquisimeto ente el 24 y el 31 de diciembre de 1941, el segundo se llevó a efecto la semana del 12 al 18 de diciembre de 1943, respectivamente. (Véase anexos a, b).

            Como se subrayó, la educadora rastrojeña siempre estuvo en la mejor disposición de participar en todas y cada una de las iniciativas que contribuyeran al mejoramiento de la formación académica de los docentes.

3.- UNA PROFUNDA VOCACION POR LA DOCENCIA. LA FORMACION INTEGRAL DE LOS NIÑOS Y NIÑAS, SU RAZÓN DE SER.

            En párrafos  iniciales resaltamos que la preceptora Sequera Salas desde muy joven asumió la aplaudible y digna responsabilidad de dedicarse a la enseñanza de párvulos y párvulas provenientes de modestos hogares de la comarca cabudareña y en particular de los educandos del entonces Municipio Los Rastrojos.

            Una muestra indiscutible de la labor magisterial de nuestra humanista bajo el perfil indicado se expresa en una experiencia muy sencilla que el suscrito en una oportunidad escuchó de parte de algunos vecinos de Los Rastrojos, que comunicaron que presuntamente la admirada maestra al recibir a niños y niñas de muy escasos recurso materiales, que entre numerosas carencias no poseían ni siquiera un modesto cuaderno para los apuntes, ella resolvía la situación confeccionando singulares cuadernos con papel reciclado proveniente de pulperías locales cuyos propietarios generosamente donaban bolsas (grandes), envases de productos de consumo masivo. En horas del descanso hogareño la bondadosa educadora sumaba a sus esfuerzos y eternas preocupaciones, hilo, tijera, cartulinas, pega y agujas, así poco a poco, pacientemente iban “naciendo aquellos recursos”. Lo había advertido oportunamente Don Simón Rodríguez “inventamos o erramos”, llamado que siempre tuvo eco en el pensar y hacer educativo de la admirada hija de Los Rastrojos. Ciertamente esta iniciativa de nuestra humanista era una labor sencilla pero deja ver la infinita capacidad creativa del pueblo venezolano, hermoso patrimonio heredado de  chones, tatarabuelos, bisabuelos, abuelos y padres, lo cual debemos difundir, valorar y defender por los siglos del porvenir.

E P I L O G O

            La niña Omaira laboraría como maestra en una institución oficial hasta el 1º de febrero de 1946, así  lo decidió el Ministerio de Educación, y lo informó su titular, profesor H. García Arocha, a través de la circular Nº 50 de fecha 17 de enero de 1946.

            En ese mismo documento la autoridad educativa le informa que percibirá una asignación quincenal de ciento cincuenta y cinco bolívares.

            Para la fecha que recibe su jubilación, nuestra humanista laboraba todavía posiblemente en la Escuela Rural Unitaria Nº 44,  el 1º de junio de 1946 cumpliría  la ilustre educadora rastrojeña veinticinco años de servicios ininterrumpidos, un cuarto de siglo en actividades permanentes en centros educativos oficiales.

            Próxima a cumplir cincuenta y ocho años de edad el 2 de septiembre de 1946, la maestra Sequera Salas se encontraba  felizmente en plena capacidad para ejercer otras responsabilidades en la administración pública.

            El 28 de diciembre de 1950 el gobierno nacional a través del decreto Nº 27 la designó segunda suplente en el juzgado del entonces Municipio los Rastrojos.

            El 14 de agosto de 1951 el señor Aníbal Palacios, juez titular de Municipio Los Rastrojos le remite correspondencia por medio de la cual le convoca a que se incorpore al tribunal local ya que el titular disfrutaría sus vacaciones anuales a partir del día siguiente. Así ocurrió y la niña Omaira ingresa de nuevo a la historia larense, no como noble docente si no en su responsabilidad de autoridad judicial municipal, quizás primera dama en nuestra entidad en atender tan delicado compromiso.

            Otra vez entre el 15 de agosto y 15 de septiembre de 1952 la admirada educadora rastrojeña ejerció labores  como juez en su municipio natal. El suscrito desconoce hasta que año asumió esta actividad oficial.

            Casi centenaria concluyó su itinerario vital la niña Omaira Sequera Salas, el 16 de mayo de 1983. Murió físicamente para renacer en la infinidad  de corazones rastrojeños, palavecinenses, larenses y  venezolanos que sempiternamente  evocaran  su nombre y su ejemplo, para recordarla como auténtica educadora paradigma que enseñó para la vida y se caracterizó por ser “Humilde, justa, pacifica, bastante católica (nos preparaba con mucha paciencia para la primera comunión a niños y niñas), inteligente al igual que su sobrina Sara (que cuando era muy necesario le hacía la suplencia). En fin era una gran maestra que nos enseñó con bondad, con mucha dedicación, que siempre nos invitó a compartir hasta una pequeña fruta que de nuestra casa nos regalaban para llevar a la  escuela. Cuanto le agradezco a mi maestra Omaira…todo…todo...lo que recibimos de ella. Recuerdo que cuando pagué el servicio militar entre Maracaibo y Maracay… me fue muy útil lo que aprendimos bajo su orientación en aquella pequeñita escuela de Los Rastrojos. En esa comunidad nací el 4 de diciembre de 1933… Escuela pequeña, un modesto archivo y un saloncito… grande, muy grande por el cariño y la sabiduría de nuestra afectiva maestra”.                             

            En gran parte así la recuerda hoy su antiguo alumno Concepción Vásquez, así la deben recordar todos sus discípulos que encontraron en ella la palabra, la sonrisa, el consejo oportuno, el cariño, la comprensión, la enseñanza para la vida.

HOMENAJE A LA NIÑA OMAIRA SEQUERA SALAS

            En 1967 y en 1987 dos instituciones educativas palavecinenses se les asignó por epónima el nombre de la maestra nacida a finales del siglo XIX. Primero una escuela estadal por disposición del Concejo Municipal local durante la presidencia del respetado amigo Sr. Eurípides  Ponte, decisión  oficial firmada en Cabudare el 14 de diciembre de 1967.

            Iniciativa oficial municipal que luego fue desconocida al asignarle otro epónimo  a dicha escuela de la jurisdicción  del antiguo Municipio José Gregorio Bastidas, capital Los Rastrojos.

            Transcurrieron veinte años y en un acto de verdadero desagravio, fechado el 13 de agosto de 1987 el ciudadano Profesor Pedro Cabello Poleo, Ministro de Educación designó al instituto educativo oficial establecido en el Distrito Palavecino, identificado hasta esa fecha con la denominación CREACION  IX, con el nombre de nuestra humanista, desde aquella fecha y ojalá por siempre reciba la eponimia de “OMAIRA SEQUERA SALAS”. (Véase anexos c, d). Indiscutible acto de justicia para una noble y admirada maestra que al margen de su desaparición física en 1983 sigue enseñando con su ejemplo de bondad, constancia y solidaridad…..perenne luz que derrotó oportunamente las sombras.

Sabana de la Villa de Kabudari
Enero de 2016
Maestro Taylor Rodríguez García
Cronista Oficial del Municipio Palavecino
Primer trimestre