Don Héctor Rojas Meza desde su
juventud mostró admiración por el Doctor Ezequiel Bujanda, cuando nació el
futuro educador palavecinense, el poeta y médico cabudareño ya alcanzaba 23
años de edad. El extinto sobrino de Don Héctor, también educador Francisco José
Rojas Rodríguez había comentado que siempre se preocupó por investigar si había
sido posible que su tío en alguna oportunidad hubiera conocido al poeta
cabudareño, lo cierto es que cuando nuestro galeno falleció en la ciudad de El
Tocuyo en 1919, Don Héctor de 31 años de edad, según dato de Coche Rojas,
organizó determinado homenaje en la Escuela Federal de Cabudare y en otra
institución docente existente en Los Rastrojos.
De
la misma fuente oral su tío Rojas Meza destacaba los méritos intelectuales del
sabio médico, leía con profundidad su sólida poesía romántica así como su obra
literaria dedicada a Venezuela especialmente su verso llamado Ideal que dedicó a la patria venezolana
siempre soberana, como él la deseaba.
Igualmente
resaltaba Don Héctor la posible amistad que ha debido existir entre el Dr.
Bujanda y el maestro Juan de Dios Meleán, quien posiblemente fue su preceptor,
pero esta información no dejó de ser una hipótesis.
II
Otro reconocimiento post-morten
liderado por el escritor Rojas Meza al doctor Bujanda Hernández corresponde a
1936 cuando se logra fundar una biblioteca pública en Cabudare gracias al
respaldo del señor gobernador del estado Lara, General José Rafael Gabaldon,
autoridad ejecutiva que en el referido año en el marco de numerosas iniciativas
colectivas y del propio Estado venezolano en el campo educativo y cultural en
general se ejecutaron este tipo de obras a lo largo y ancho del país. Al
unísono se recibió el apoyo de las autoridades municipales, de intelectuales de
la talla del señor Jesús González Meléndez, maestro para la fecha en La Piedad
y luego en Agua Viva (Escuela de Alfabetización), amigo fraternal con quien
laboraría en algunas instancias oficiales locales por su puesto. Rojas Meza
también incorporaría la participación de sus discípulos a la par los alumnos de
su colega González Meléndez.
Este centro bibliográfico lleva
por epónimo al Doctor Ezequiel Bujanda Hernández, ese nombre se extendió a una
institución hermana que se estableció en Sarare, posiblemente en la década
siguiente de acuerdo al testimonio del Dr. Naudy Trujillo Mascia, denominación
que felizmente se mantiene hasta el presente.
Cuando el suscrito junto a
familiares y amigos fundó la Biblioteca Municipal se le asignó el nombre de Don
Héctor Rojas Meza consciente que en el futuro mediato se establecería
nuevamente una institución similar adscrita a la red de Bibliotecas del estado
Lara la cual asumiría otra vez su antigua identificación del médico y escritor
Cabudareño, así ocurrió.
III
Con el mismo grupo de personas
que le acompañaron en el nacimiento de la biblioteca pública le respaldarían en
todo y cada uno de los trámites que han debido efectuarse para que la escuela
federal de Cabudare les fuera otorgado el nombre del Doctor Ezequiel Bujanda
Hernández en septiembre de 1936 ejerciendo para la fechas como autoridad del Ministerio
de Instrucción Pública , Ingeniero Alberto Smith, desde esa fecha hasta la
actualidad persiste este nombre que enaltece a su comunidad educativa, a
nuestro municipio y al estado Lara en general. Esta iniciativa constituye una
hipótesis del trabajo del suscrito.
Como se observa fueron sendos
reconocimientos que en 1936 cuando ya se habían cumplido diecisiete años de su
fallecimiento que recibieron el nombre de Doctor Ezequiel Bujanda Hernández.
Restaría agregar que el maestro
Rojas Meza también escribió un poema profundo al Dr. Bujanda Hernández en el
cual exalta la perfecta armonía que combina nuestro galeno entre sus dos
grandes responsabilidades intelectuales, la poesía y la medicina.
Epílogo.
El 25 de julio de 1965 al
cumplirse cien años del nacimiento del admirado facultativo, La Junta Pro-mejoras
de Cabudare dirigida por otro humanista cabudareño Profesor Francisco José Rojas Rodríguez quien como se indicó era
sobrino de Don Héctor, solicitó ante el Concejo Municipal local presedido por
el señor Roseliano Palacios e integrado por ilustres hijos de Palavecino como Don Euripides Ponte. Juan de
Dios Meleán, Antonio Palacios, José Patiño, Aura Agüero de Rojas, entre otros y
el aval de intelectuales de la talla de Don Hermann Garmendia y la señorita
Casta Jota Riera, ambos estudiosos y admiradores de la obra poética del Dr.
Bujanda Hernández se logró que la plaza pública vecina a la antigua casa donde
nació el célebre literario llevara su nombre y desde entonces se denomina parque recreativo Doctor Ezequiel Bujanda Hernández aunque en la memoria
colectiva palavecinense persiste la identificación de plaza La Ceiba.
Cabudare, agosto de
2015
Tercer trimestre
Profesor Taylor
Rodríguez García
Cronista Oficial del
Municipio Palavecino
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