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domingo, 4 de octubre de 2015

DOÑA PETRA S. MUJICA DE OROZCO, ILUSTRE MAESTRA EN PALAVECINO

            Otra noble maestra que laboró en la comarca cabudareña por muchos años, desde las últimas décadas del siglo XIX, muy joven todavía sin contraer nupcias.

            El humanista torrense Silva Uzcátegui, ya citado, igualmente registra su nombre como una de las educadoras vitalicias, con profunda e indiscutible vocación de servicio, laborando en modestos centros enseñanzas en los pueblos de la otra banda del Turbio.

            Se desconoce hasta ahora su lugar de nacimiento, quizás su cuna correspondió a Barquisimeto, Cabudare o Sarare. En este último centro poblado estuvo dedicada a la actividad magisterial en la escuela municipal de niñas. Primero como interina posiblemente, luego como maestra titular, percibiendo un salario mensual de 24 venezolanos.

            Para 1871 la unidad monetaria identificada con el nombre de…”venezolano de plata con peso de 25 g (gramos) y ley 900, (era)…equivalente a Bs. 5…” (1). Subrayado en el original.

            Podemos anotar que a la educadora Petra S: Mujica posiblemente se le cancelaba por su labor docente el equivalente Bs. 5…” (2). Subrayado en el original.

            Podemos anotar  que a la educadora Petra S: Mujica posiblemente se le cancelaba por su labor docente un equivalente a Bs. 120 mensuales. Siempre y cuando le fuera pagado en venezolanos de plata. Para mayo de 1880 su sueldo mensual alcanzaba la cifra de 140 bolívares. Véase anexo C.

            Para la séptima  década del siglo XIX ejercían como educadores en el entonces Distrito Cabudare, además de la señorita Petra S; Mujica, los siguientes preceptores: Andrés M; Verde, Ignacio M; Castillo, Juan Bautista García de León, Juan de Dios Meleán y María R; Ponte.

            Casi todos estos educadores recibían un sueldo mensual común al cancelado a la señorita Mujica. Excepción los ciudadanos Verde y Castillo que percibían 16 venezolanos cada uno. La cantidad mensual mayor correspondía al connotado maestro Juan de Dios Meleán, 40 venezolanos, un estimado de 200 bolívares. Cumplía labores de enseñanzas en la Escuela Federal de Varones de Cabudare. Institución que en el devenir del tiempo posiblemente se convirtió en el Grupo Escolar Dr. Ezequiel Bujanda  Hernández, con esta eponimia desde septiembre de 1936, en años previos en fuentes inéditas la identifican como Escuela Federal Nº 16.
I

            Luego de su ejercicio académico en Sarare la maestra Mujica fijó residencia en Cabudare, en esta comunidad continuaría en la sencilla y profunda actividad de educadora, responsable de la enseñanza de un grupo de treinta niñas que cotidianamente recibían sus palabras repletas de cariño y sabiduría, contribuyendo a formarlas integralmente con su propio ejemplo de ciudadana digna, virtuosa, responsable, constante y solidaria.

            En la lista de sus discípulas resaltan apellidos de pretéritas raíces en Cabudare, pertenecientes a las familias Bernal y Meleán, otros apellidos se arraigaron en Sarare, casos de los Cárdenas y Viacaba.

            Llama la atención el apellido de una niña de posible cuna en la vecina población de Acarigua, que para finales del siglo XIX se había extendido hasta Sarare, la párvula YOLANDA CAMPINS. 

            Igualmente requiere particular comentario los apellidos de dos infantas de indiscutible parentesco europeo, las alumnas RITA PATRIZZI y ANNY O’CALLANGHAN. La primera pertenecía a una familia italiana que  fijó su morada en Los Rastrojos en las postrimerías del siglo XIX, estableciendo una unidad comercial al detal. La niña O’ Callanghan integraban una familia con origen en Irlanda del Norte, en esa nación nació su papá o abuelo Daniel O’ Callanghan, comerciante mayorista, propietario de una firma mercantil en Puerto Cabello, a la vez dueño de una pulpería en Cabudare en cuyo local también funcionaba un expendio de medicinas, quizás una de las más antiguas boticas en la capital de Palavecino.

            Felizmente se logró localizar la nómina (inédita) de la Escuela de Niñas de Cabudare para el año lectivo 1880-1881. Treinta y un discípulas de la admirada maestra Petra S: Mujica. A saber:


            1.- ALBURJAS, Elodia.
            2.- ALBURJAS, Margarita.
            3.- ALMEYA, Belén.
            4.- ALMEYA, Vertila.
            5.- AULAR, Lucrecia.
            6.- BARRIOS, Teolinda.
            7.- BERNAL, Mercedes.
            8.- CAMPINS, Teolinda.
            9.- CARDENAS, Nicolaza. (Sic)
            10.-CARRASCO, Celina.
            11.-CASTILLO, Rosa.
            12.-CORDERO, Candida Rosa.
            13.-CORDERO, Francisca.
            14.-GIMENEZ, Encarnación.
            15.-GIMENEZ, Rosa A.
            16.-MARRUFO, Felicia.
            17.-MELEAN, Isabel 
            18.-MELEAN, Graciela.
            19.-MENDEZ, Josefa.
            20.-MUJICA, Juana.
            21.-O’ CALLANGHAN, Anny.
            22.-PATRIZZI, Rita.
            23.-PEÑA, Eloisa.
            24.-PEREZ, Ana Lucía.
            25.-PIMENTEL, Margarita.
            26.-SALAS, Griselda.
            27.-SEGOVIA, Carmela.
            28.-TOVAR, Eloisa.
            29.-TOVAR, Gertrudis.
            30.-VIACABA, María Magdalena.
            31.-VIACABA, Leterina.
II

            Se desconoce la fecha de fallecimiento de doña Petra (Petrona en el cariño familiar) Sabas Mujica. A partir del estudio de fuentes documentales fechadas en el siglo XIX se precisa información correspondiente a su vida familiar vinculada a hogares de Barquisimeto, Cabudare y Sarare.

            En los últimos lustros de dicha centuria ya había contraido matrimonio, su esposo un señor de apellido Orozco. En el seno de esta familia a mediados de noviembre de 1882 nació la niña Ramona Victoria, que en el transcurrir del tiempo destacaría como otra abnegada maestra. En la presente publicación se incluye un esbozo biográfico de esta notable educadora cuya vida intelectual sin lugar a dudas estuvo signada por el ejemplo de su señora madre, hermoso, incomparable y denso legado.

            EPILOGO:

            Palavecino y Simón Planas están en inaceptable deudas con estas maestras paradigmas, doña Mercedes Ponte de Meleán y Petra Sabas Mujica de Orozco. Determinadas instituciones educativas o culturales en general deben recibir su eponimia.

            El suscrito oportunamente sugirió el nombre de la educadora Ponte Meleán para un preescolar o centro de educación inicial como actualmente se les denomina. Era una institución de carácter privado, por razones que se desconocen lamentablemente cerró sus puertas.
      
            En el mismo municipio Palavecino otro centro de enseñanzas fue designado con tan importante eponimia, pero meses posteriores al personal directivo les pareció algo así “como anticuado” y en consecuencia fue asignado otro nombre.

            Razón tenía el sabio maestro y amigo Federico Brito Figueroa, al afirmar en sus clases dentro y fuera del aula, en Caracas o en Barquisimeto, esta precisa advertencia…”tan dolorosa como la muerte física, quizás la muerte del olvido”. Más grave aún cuando el olvido se le suma ignorancia, a veces conscientes.

            Que jamás ocurra el segundo y tercer fallecimiento de tan admirable educadoras, al margen de su muerte física, prosiguen enseñando para la vida, por su constancia, dignidad y conducta ejemplar.
          
                              
 CITAS:

(1) ARCILA FARIAS, Eduardo y otros. Diccionario de historia de Venezuela. Volumen 3. p.230


      (2) IDEM


Maestro Taylor Rodríguez García
Cronista oficial del municipio Palavecino
Cuarto Trimestre de 2015

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